Episodio 3x35: Dis-fraces, dis-funciones

Nunca actualizo en sábado. Pero hoy me ha dado por ahí.

Quiero contar que ya sé quién se hacía pasar por mí en el chat (de Chueca, por cierto). Que sí, que era un tío (que seguramente estará leyendo esto), que es muy útil tener exes informáticos y que, en fin, espero que se haya divertido al menos. Aunque podía haberse inventado otro nombre, como Beatriz (la de Dante...) y dejar mi nombre y mis fotos en paz. Que yo podría publicar cierta información en ciertos tablones, información académica suya, pero no lo haré. Yo suelo vivir y dejar vivir. Al menos lo intento.

Todos jugamos a veces a disfrazarnos. Yo no suelo contar que este blog es un disfraz. A él se lo conté. Ya ves. De todos modos no entiendo por qué nadie va a querer disfrazarse de mí. Por eso quizás maquilló mi vida y contaba que ya había acabado mi segunda carrera (pues no me queda..) y que estaba haciendo la tesis (la abandoné xDD)

Aunque esto me ha servido para darme cuenta de una cosa: que me divierto, pero no he conseguido el objetivo que me había marcado. Y me da miedo decir cual es. Porque los sueños da miedo escribirlos. Es como si entonces contrayeras con ellos la obligación de intentar hacerlos realidad. Y es costoso y ... lleva la posibilidad del fracaso.

Y he de contar también que... el primer beso con Sinme fue en un bar de viejos. Que nos acabábamos de conocer y yo no sabía si le gustaba hasta que me cogió la mano por debajo de la mesa. Que me miró a los ojos fijamente y yo casi me muero de vergüenza porque fue un moment...raro. Que me besó y yo me enganché. Y que Ox y Pinda estaban en frente y mirándonos porque estábamos contando algo y de repente nos besamos sin avisar. Así que, claro, se pusieron a silbar, se miraron y .... ¡¡¡se besaron también!!!. Ok, ¡¡NO!! Se miraron y dijeron algo como: ¡"Aiba"! Pues nada...vamos a hablar de algo tú y yo ¿no?

De todos modos, la anécdota genuina fue que fui al baño y me quedé encerrada. Que no tenía el movil y tuvo que venir Sinme a buscarme cuando se dio cuenta de que no volvía. Que yo rezaba para que viniera Ox y no tener que morirme de vergüenza, pero.. es la Ley de Murphy y tuvo que venir ella. Menos mal que yo ya estaba borracha como una cuba y eso palió mi vergüenza (y mi resistencia cuando casi me viola). ¿He comentado que ya no bebo? A la bebida le echo la culpa del petting en el asiento de atrás del coche de Jei...¡¡al lado de la Ox!! Que claro, se dedicó a tirarnos fotos, por no tirarse ella del coche en marcha. Que no, que yo no vuelvo a cogerme una "taja", que me pierdo.Y que esto no da para un ñoño-blog, en todo caso para un club de la comedia.

Y todo esto lo cuento un sábado. Y eso que los sábados yo nunca escribo

Continuará...

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