Episodio 3x23: Años adelantados. Crónica de un fin de semana

Lo siento. No tengo ganas de barrio lésbico, sinceramente. He venido de Bcn, de celebrar mi cumpleaños por adelantado. Nacer en fechas navideñas (el 26, más concretamente) hace que por una fiesta o por otra tenga que celebrarlo antes o después. Bueno, siempre están los incondicionales, que se reservan el día para pasarlo conmigo, vamos, mi familia y los friends-forever. Pero este año la celebración requería una parada en barna y como el ave es rápido pero no supersónico, la celebración tendría q ser unos días antes.

La verdad es que yo en un principio tenía otra idea en la cabeza. Pensaba en un fin de semana navideño en madrid, en la Plaza Mayor, con pelea de sprays de nieve, con serpentinas y gorros de reno; una copita por chueca, villancicos porno... Pero al final, Sinme tenía razón y era mejor aprovechar su pisito de soltera.

Yo había hecho una selección de películas para ver en el fin de semana. Había elegido cuidadosamente títulos que nos pudieran gustar a las dos. Osea, elegí pelis de misterio-terror y alguna con mensaje como Scary Movie, que siempre es una apuesta segura. Cuando volví anoche... encontré la selección de pelis justo donde debí dejarla, encima de mi mesa. Habría sido genial si las hubiera metido en la maleta, pero qué le vamos a hacer. Menos mal que hasta en las cadenas públicas echan películas los viernes, amenizadas con Escenas de matrimonio durante los anuncios.(¡¡Dios, qué de anuncios de colonias!! Intenté hacer una estadística y me salío que 2 de cada 3 anuncios en navidad son de colonias)

Bueno y ya sabéis como va esto, que acabas llamando a tu madre para que te diga si la lasaña al horno se gratina y punto o también se calienta por debajo. Eso y que cuando te das cuenta el agua caliente del depósito se ha agotado y le deparas una ducha fría no deseada a tu pobre víctima. Cosas de la convivencia. Como ir a guardar un regalo de navidad debajo de la cama y descubrir que la cama... no tiene espacio entre ella y el suelo. Como hacerse miles de fotos y sólo mirar lo guapa que has quedado tú. Cómo compartir la comida tiradas en el sofá. Jugar a la Play. O que salir de casa sea todo un sacrificio en el que de paso se te olvida tirar la basura.

La cena con Jei, Stoner, Fibi... fue graciosa. Fuimos asediadas por un ejército de pijas celebrando alguna fiesta navideña. El "osea tía" con acento a lo Julio Iglesias existe, sí, es real. La siguiente parada era obligada, el tan conocido Deja Vou. A Dios pongo por testido que la próxima vez pienso evitar que nos pongamos en el CAMINO AL BAÑO. ¡¡Siempre igual!! No sé cómo nos las apañamos, pero acabamos ahí entre empujones, haciendo equilibrios entre la copa y el cigarro.

Y nos fuimos a dormir, porque ya estamos mayores. O porque ahora somos menos gamberras y cambiamos risas cortas por una sola pero larga. Cuando me di cuenta ya se había dormido, así que tocaba operación "Acople", claro que con mi torpeza y a oscuras pues seguro que le clavé el codo en el estómago, pero bueno, fijo que de eso uno cuando está dormido no se da cuenta..ejem. Y bueno, parece que tuve una noche movidita.. je je. ¡¡No, guarras!!, que fue porque tuve pesadillas. Pero ella siempre me abraza, me seca el sudor, me tapa con la manta.. En fin, esas cosas q no quiero escribir aquí.

No quiero escribir estas cosas porque por muy exhibicionista que yo sea... por mucho que pueda hablar de sexo, de mi psicóloga, de mis enfermedades varias..., no hablo de amor. Al menos no del mío. Y las veces que sí lo hice, hablé más de desamor que de otra cosa. Quien no quiera creer, que no crea. Pero lo que siento, con mis tropiezos, mis fallos, con mis debilidades humanas, mis enfados infantiles, con mis sentimientos, mis miradas, mis besos...todo, lo reservo para otro papel que no conoce de tintas. (¡¡BASTAGH!!!)

Hablando de "tintas", hablemos de la tinta del calamar. De la Pinda que ha vuelto a casa por Navidad. Tiene el pelo algo más larguito, pero todavía razonablemente largo, viste de Levis y Tommy. Tiene ropa nueva, zapatos molones y cara de cansancio. Ok. A lo mejor era porque venía sin dormir. Parecía que le costaba arrancar, pero al final..nos contó que le iba bastante bien por las Américas..que había conocido a gente y termiando sus trabajos. Aunque los ojos se le quedaran perdidos cuando nos hablaba de OPAL.

Y nada, otra vez a la estación... aunque bueno, por una vez no fui corriendo, que iba hasta con tiempo. Tiempo para lanzar una última mirada a lo lejos y rezar para.. no haberme dejado las bragas por el suelo.

Ese fue mi regalo de cumpleaños. Y es difícil superarlo, eh?

Continuará...

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